Glomérulo: el glomérulo (o corpúsculo renal) consta de una
red capilar revestida por una capa de células endoteliales, una región central
formada por células mesangiales, células epiteliales con una membrana basal
asociada que forman la capa visceral y, finalmente una capa parietal de células
epiteliales que forman la cápsula de Bowman (*). El glomérulo
produce un ultrafiltrado del plasma al estar la sangre y el espacio urinario
separados por una membrana filtrante fenestrada compuesta por la membrana basal
glomerular periférica y por unas células epiteliales viscerales especiales, los
podocitos. Entre las dos capas epiteliales (capa visceral y capa parietal) se
extiende una cavidad estrecha llamada espacio de Bowman.
Células
mesangiales: son células de
forma irregular, con un núcleo denso y unas prolongaciones citoplasmáticas
alargadas. Además contienen grandes cantidades de microfilamentos formados por
actina, a-actinina y miosina, que confieren a estas células muchas de las
propiedades funcionales de las células del musculo liso. Además de proporcionar
un soporte estructural para las asas capilares glomerulares, se cree que las
células mesangiales intervienen en la regulación de la filtración. Las
sustancias vasoactivas (angiotensina II, vasopresina, noradrenalina, etc.)
provocan su contracción mientras que son relajadas por la PEG2, los péptidos
auriculares y la dopamina.
Células
epiteliales viscerales: también llamadas
podocitos son las mayores del glomérulo. Poseen largas prolongaciones
citoplasmáticas que se extienden desde el cuerpo celular principal y lo dividen
en apéndices llamados pedicelos.
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